Un icnocuícatl mezclado con un xopancuícatl

Deberías tenido años más, 

décados aún

para vivir tu vida resplandeciente

Llena de alegría pura y bailes torpes y aventuras en abundancia

y de tu risa que uno podía oír por millas 

Tú me enseñaste del poder de la mujer

con raíces profundas y ramas extendida

ser fuerte pero de bienvenida, 

levantar mi voz y compartir mis pensamientos 

luchar por los olvidados y amar a mis amigos, 

siempre crear tiempo para las relaciones.

No existen palabras adecuadas ni oraciones suficientes 

ni poemas bastante profundos

para pormenorizar el hueco que reside en mí,

a dar voz al dolor de mi alma, 

que siempre persistirá

Pero tú, mi querida mamá, vivirás por años más en mi, 

el piel de tu piel 

con pecas apuntándome y ojos verdes y brillantes

siempre buscando lo bueno y lo mágico y lo bello

anhelando, aún, 

por la paz y el paradiso y la harmonía

Pero por fin, estás descansando,

 a salvo del cuerpo que te traicionó

Ése, regalo de Dios, que te tomaba 

a través de las montañas espectaculares, 

por ríos rabiosas 

y praderas deslumbrantes

Lo convirtió en la casa de células malvadas

que te robaron de mi 

Pero nosotros seguimos adelante,

parcheando nuestras heridas abiertas

intentando vivir en un mundo sin ti

Pero con su espíritu de apreciar la creación espléndida

y aprovechar de 

cada segundito

cada persona con que cruzamos

cada chocolate dulce y flor radiante

buscando las piedras en forma de corazón 

Y quizás, ahora, estás admirando la creación con la creadora

En paz, mamá querida, descanses